"Que la muerte de nuestros hijos no quede impune": padres de jóvenes asesinados en Cali
A manera de homenaje, un artista pintó con ceniza sus rostros.
Los padres de los cinco jóvenes asesinados el pasado 11 de agosto en la ciudad colombiana de Cali (suroeste) pidieron este viernes al Gobierno justicia por esta masacre.
La matanza sacudió al país, no solo por la corta edad de las víctimas, que tenían entre 14 y 15 años, sino también porque fueron acribilladas y encontradas con signos de tortura.
"La satisfacción mía sería que esas personas que son culpables no sigan en el mundo como si no hubieran hecho nada, sino que caigan y paguen", dijo Álvaro José Caicedo, durante un acto realizado en La Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación de Cali.
El atribulado padre añadió: "lo único que pido es que se haga justicia, que la muerte de nuestros hijos no quede impune y que no haya más muertes, más masacres".
Ese acto hace parte de la Semana de la Juventud en el que se abrió la exposición "Sembrando Vida", que tiene como principal objetivo plasmar a los jóvenes asesinados en el barrio Llano Verde.
A manera de homenaje, un artista pintó con ceniza los rostros de Álvaro José Caicedo, Jair Cortés, Léider Cárdenas, Luis Fernando Montaño y Jósmar Jean Paul Cruz, los jóvenes afrodescendientes asesinados al parecer porque entraron a una plantación de caña.
Según la Fiscalía colombiana, las víctimas acudían con frecuencia al lugar para comer caña, "y el día de los hechos tres adultos que trabajaban como vigilantes de los alrededores del cañaduzal observaron a los cinco menores acercarse y sin mediar palabra, en un acto de total barbarie, los asesinaron".
Además de pedir justicia, Caicedo lamentó que las promesas de empleo que les hizo la Gobernación no se hayan cumplido pese a que, aseguró, entregaron todos los documentos requeridos.
Al respecto, dijo que lo que piden es apoyo, una salida para generar ingresos y que el Gobierno les dé "un capital semilla" a partir del cual ellos puedan comenzar proyectos productivos.
Caicedo remarcó que los padres de las víctimas no creen, como lo dice la Policía, que el caso esté cerrado porque todavía no se conoce quién dio la orden de asesinarlos.
"Que las autoridades no se hagan las ciegas ante una realidad como esta", dijo, y reiteró su petición de buscar a "las personas culpables".
El pasado 28 de agosto las autoridades capturaron a dos guardias de seguridad como presuntos responsables de masacrar a los cinco jóvenes y ofrecieron una recompensa de hasta 50 millones de pesos (unos 13.500 dólares) por información que permita la detención de una tercera persona involucrada en el crimen.
EFE